Por estos días es normal caminar por cualquier calle del Centro de la ciudad y tropezar con todo tipo de personas preguntando -"¿No tiene una monedita?"-Si de paso ingresa a cualquier supermercado, disco de Barrio Norte, escuchará -"¿Me compra un kg. de carne picada o una leche para los chicos?"
En caso de realizar sus compras en el mercado de San Telmo (carnicerías, pollerías, verdulerías) apreciará dos planteos de acuerdo con su destinatario:
-"¿Tiene algo para hacer un guiso?"- a los comerciantes
-"¿Me da un peso para comprar comida?"- a los clientes
Piqueteros cortan las calles en protesta ante la falta de mayores beneficios.
Chicos que pasan los días pidiendo en los semáforos, en lugar de estar en la escuela, son mostrados como héroes que trabajan para comprar libros y comida por los medios de comunicación. Una simulación advertida por todos ya que la gente trabajadora, atropellada y esquilmada por holgazanes y ricos con la lucidez que le significa padecer la realidad, sabe que se convirtió en botín de guerra en tanto no existan valores, educación y cultura de trabajo.
1 comentario:
La corrupción y la falta de escrúpulos intentan minarlo todo sin embargo, no son las únicas integrantes de la condición humana. La humanidad y sus distintas civilizaciones han cometido este tipo de errores y horrores a lo largo de la historia no obstante, los ha superado. Asimismo, China a quien pareciera que nadie puede ponerle límites al intento de constante censura y falta de libertad, ha resultado no ser así. Google, de pronto, tiene algo para decir y realizar.
Un saludo Anónimo,
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