Viven en familia; los más ancianos en medio y los pequeños cuyas primeras hojas acaban de nacer, están alrededor, pero sin apartarse mucho. Con sus ramas largas se acarician como si se dijeran: "no temas, aquí estoy yo".
Si el viento sopla con fuerza, los árboles gesticulan enojados.
Es que tienen miedo de que el viento los arranque.
Pero entre ellos no hay ninguna disputa.
Si murmuran, lo hacen de acuerdo.
Viéndolos, siento que los árboles serán mi verdadera familia.
Espero que, con el tiempo, me adoptarán.
Yo estoy estudiando lo necesario para merecer ese honor.
Miren lo que ya aprendí de ellos:
Si el viento sopla con fuerza, los árboles gesticulan enojados.
Es que tienen miedo de que el viento los arranque.
Pero entre ellos no hay ninguna disputa.
Si murmuran, lo hacen de acuerdo.
Viéndolos, siento que los árboles serán mi verdadera familia.
Espero que, con el tiempo, me adoptarán.
Yo estoy estudiando lo necesario para merecer ese honor.
Miren lo que ya aprendí de ellos:
Ya sé mirar las nubes que pasan.
Ya sé estarme quieto.
Ya casi sé callarme.
Julio Renard
No hay comentarios:
Publicar un comentario