mi evangelio

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Si no creyera en el Hombre

no trabajaría,
no aprendería,
no educaría,
no sería cortés,
no tendría compasión,
no sería solidaria,
no sonreiría jamás,
no creería en el amor,
no tendría hijos,
no cuidaría al anciano,
no buscaría al Hombre

ahora,

no sólo conozco sus horrores, soledades, egoísmos y miserias
también sé de su bonomía, talento, generosidad, grandeza de espíritu
y heroísmo.

No obstante, circunstancialmente, me halle perdida en la ciudad sin Ley.







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