- Lo que me duele no es
Lo que hay en el corazón
Mas esas cosas lindas
Que nunca existirán...
Son las formas sin forma
Que pasan sin que el dolor-
Lo que hay en el corazón
Mas esas cosas lindas
Que nunca existirán...
Son las formas sin forma
Que pasan sin que el dolor-
La dama leía en voz alta, uno tras otro los versos de Pessoa, sin advertir que la cabeza de Cambá Caté como pesado acero buscaba, por su propio peso, la cercanía del suelo, más, más y otro poco... hasta que la derecha mano equina aflojó su firmeza y exigió del zaino un sueño más liviano. Vip lo mira, se sonríe por causa del espectáculo, le es imposible acceder a la materia onírica de cualquier ser por lo tanto, continúa con la lectura del poema sin ninguna intención de interrumpir tan maravilloso rito.
-Las pueda conocer
O soñarlas el amor.
Son como si la tristeza
Fuese árbol y, una a una,
Cayeran sus hojas
Entre el vestigio y la bruma. -
No es mi caso sin embargo. Todas las cosas me son posibles y no existe, para mis ojos, cosa oculta.
Acunado por la femenina y humana voz, el potro sueña y en su sueño crea tres nuevos seres no a su imagen ni a su semejanza sino, acorde con el modelo de la autora del sonido que lo arrulla. Sueña los rostros y los aspectos, sueña tres nombres, asignando uno a cada una y sueña también, una tarea en común.
Lo declaro y constituyo YO, Acontece, el Soñador de todos los tiempos y los espacios.
Lo declaro y constituyo YO, Acontece, el Soñador de todos los tiempos y los espacios.
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